CUANDO PEUGEOT ALZÓ EL VUELO: AVIONES DE LA MARCA DEL LEÓN
La relación entre Peugeot y la Fuerza Aérea francesa comenzó de manera improvisada en 1905, con la compra por parte de la compañía Santos-Dumont de un motor de dos cilindros para equipar sus aeronaves. Por aquel entonces, Fréderic Rossel, gran amigo y socio de Armand Peugeot, había decidido establecerse por su cuenta, creando motores para coches de alta gama e, incluso, para monoplanos. Ambas experiencias fueron útiles cuando en 1909 Peugeot decidió fundar, junto a Rossel, la “Société Anonyme des constructions aériennes Rossel-Peugeot”, para la creación de aviones de pequeño tamaño. Desafortunadamente, esta actividad tuvo problemas para despegar y solo se construyeron tres prototipos.
Al comienzo de la aventura automovilística de Peugeot, Armand Peugeot le pidió a su amigo Fréderic Rossel, también graduado en la École Centrale de París, que lo ayudara en la construcción de automóviles. Excelente ingeniero, Rossel convenció a Peugeot de cambiar de los primeros motores horizontales a verticales. En 1902, sin embargo, Fréderic decidió montar su propio negocio, fundando Rossel en Sochaux (Francia), destinado a crear coches de alta gama rivales del potente Daimler-Benz. Sin embargo, esta iniciativa no tuvo éxito.
